Todo en la vida es un ciclo o un círculo. La mente igualmente goza capacidades que la mayoría de la gente desconoce. Una de ellas es la posibilidad de hacer viajes astrales fuera de nuestro universo hacia mundos paralelos, conocer el futuro y esclarecer el pasado.
Para cerrar cada uno de esos procesos se ha recurrido a varios métodos, uno de ellos ha sido el Tarot egipcio. Una variante de las cartas de adivinación que contienen toda la sabiduría de la antigua civilización y su relación directa con el mundo de los muertos.
Ciencia milenarioa
Los antiguos egipcios basaban su sistema de creencias en los hechos que daban por sentados. Como el sol salía todas las mañanas y se ocultaba al atardecer era objeto de veneración por parte de la cultura al atribuirle propiedades como la de decidir sobre la vida de las personas, las cosechas y las guerras.
Todo este conocimiento fue puesto a disposición solo de los altos iniciados, los faraones, considerados hijos directos de seres superiores y de los dioses, los sacerdotes y personas afines.
Baraja ancestral
El Tarot egipcio comprende imágenes que demuestran ese conocimiento pero no poseen más que una figura, todo el trabajo debe ser llevado a cabo en la interpretación de las mismas y la capacidad de los videntes para transportarse a universos astrales.
Tarjeta tras tarjeta el conocimiento fluye por medio de vibraciones extrasensoriales que las personas deben ser capaces de recibir y retransmitir con su mente. He aquí la conexión completa, los conocimientos y avances de los egipcios a través de primigenias fotografías que observamos en las cartas.
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